Dos machos practicando el ritual de paseo-apareamiento cruisil. |
Debían ser las tres de la tarde cuando comencé a ver a gente en pelotas. Con mi toalla y mi bañador blanco de Quicksilver, caminé durante algunos minutos a través de las dunas mientras el límite entre la zona nudista y "no-nudista" se iba dufiminando poco a poco. Algunas pollas tostadas al sol mientras sus dueños tomaban la siesta, pero poco más. O eso creí.
En la zona más alejada del mar, más allá de las dunas, habían árboles, muchos árboles. Y justo antes de comenzar a buscar un sitio donde asentarme, vi a un hombre de unos treinta y pocos sentado sobre el tronco de un árbol talado, medio escondido y observándome. Traté de hacerme el remolón, con la mirada fija hacia el frente, hasta que agachó la cabeza...Aproveché para dar una ojeada, y flipé con la escena. El tío estaba allí sentado sobre el tronco, vestido pero con la polla fuera, pajeándose mientras miraba una revista. ¿Qué coño...? Fue lo único que pensé. Pajeándose con una revista en la playa, vestido, y en mitad de agosto.
La escena era extraña, y algo morbosa. Después pensé que quizás el tío iba de rollo "finjamos ser heteros". Pensé que quizás hubiera estado bien ir a preguntarle un inocente perdona, ¿tienes hora? a la vez que mi cara fingía una tremenda sorpresa al encontrar su mano estrujando su polla, para acabar preguntándole inocentemente si por favor compartía la revista y me dejaba pajearme también...pero no fueron más que fantasías. En aquel momento el WTF me dominó y seguí mi camino hasta la playa.